domingo, 27 de septiembre de 2009

Los Vagabundos y Locos



Me chocan los pesimistas y las personas deprimidas eternamente. Las que se quejan de todo. A todo le ven un pero. Las que dicen que la humanidad es una mierda. De esas que siempre lo saben todo, por qué el mundo está hecho una porquería. Saben porque algo va a salir mal. Para ellas sólo existe un color: el negro. No aguanto estar con este tipo de personas. Me empiezo a sentir raro en el primer momento. A mí que me gusta mucho convivir con las personas he descubierto que con ellas me siento raro fuera de lugar. Es el único momento en que me siento fuera de lugar.

Por otro lado me he dado cuenta que los locos y los vagabundos causan en mí el efecto contrario. Me gusta observarlos, platicar con ellos. Los vagabundos tienen una magia que me llama la atención. Siempre que veo a uno me gusta imaginar una historia de cómo fue su vida antes de que él se volviera de la calle. Una persona sin nombre, con barba y cabello largo. De esos que todos vemos pero parecen invisibles porque casi los pisamos al pasar frente a ellos. En las películas donde sale uno siempre me capturan. En Amores Perros el Chivo me parece un personaje excepcional.

Los locos y vagabundo tienen en común lo que yo llamo que se te pegan los cables. Algo pasa en sus vidas que les “suspende” el cerebro. Se los deja en pausa. Parece que se escapan de “la realidad”. Algo fuerte les sucede para que quieran escaparse de la realidad. Algunos tuvieron hijos, esposa y una familia estable. No es raro que, si me conocen, me vean que me pongo a platicar con ellos. Me gusta escucharlos, conocer su dimensión. Me da otra perspectiva de las cosas. Creo que es porque ven al mundo de una forma diferente. Eso me gusta. Lo ven fuera de la caja.

Me encanta imaginar el mundo diferente, donde las personas hagamos cosas distintas a las que dicta el sistema. Me siento muy bien con los soñadores, los locos del sistema que creen que las cosas se pueden hacer diferentes, que se deben hacer distinto. De esas que te platican una idea loca de una forma apasionada. De las a pesar de caerse se vuelven a levantar. La idea sólo existe en su mente. Cuando algo les sale mal lo intentan de nuevo, aunque les lleve toda una vida demostrar que si era posible hacerlo.

A pesar de todo me gusta que existan las primeras personas que les dije. Ayudan a dar contraste a todo lo demás. El optimismo no se puede entender como solo una visión rosa de la vida. Se entiende cuando se contrasta con esa visión fatalista que dice que todo es una porquería. Sólo así se entiende que debe existir un cambio. Los dos lados de ver la vida son importantes porque se complementan y ayudan a encontrar el equilibro. Tan necesario para evitar los extremos. Ni todo es negro ni todo es rosa. Todas las visiones son posibles en este mundo.

Todo esto viene a cuento porque últimamente el observarlos me ha ayudado a poner en perspectiva mi vida. A ponerme en contacto conmigo y con los planes locos que tengo para el futuro. A arriesgarme para sacar adelante esos sueños que tengo. A retomar muchas cosas. A identificar que hay momentos en los que si uno duda puede ser el inicio del final. El acabose, como dirían, Esta semana ha sido de tomar el toro por los cuernos, de aferrarme a mis ideas y de tener el valor de hablar con las personas que me había dado miedo poner las cosas en claro. Decidí ya no dejar crecer esa mala yerba de rencor. Limpiar mi vida y retomar esos proyectos pendientes.

Lo más importante es que me he dado a la tarea de tomar acción. De hacer las cosas de forma diferente para obtener resultados diferentes. Ahora si la siento que llego el impulso necesario para dar ese salto. Las cosas están claras y mi decisión también. Los veo la proxima. No se olviden de mi que yo no me olvido de ustedes. Saludos.

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