martes, 12 de mayo de 2009

El espejo


“Necesitamos un espejo para el baño” me dijo mi mujer. Lo primero que debemos hacer por las mañana es vernos para ver cómo estamos, dijo, saber si estamos bien peinados, ver cómo amanecimos. Eso nos ayudaría a saber donde peinar, arreglarnos y ponernos listos para el día. No podemos, me decía, empezar el día sin vernos al espejo. Desde algunos años ya habíamos comentado el tema. Esto me hizo pensar sobre la importancia que tiene este objeto en nuestra psicología.

Siempre he pensado que el espejo tiene una importancia vital en la vida de las personas. Es un pequeño pedazo de cristal que nos confirma nuestra presencia. Nos hace saber que estamos. Nos dice cómo estamos. Es una forma de confirmar nuestra presencia física en la vida. Nos pone en contacto con nuestra cara, que es la única parte de nuestro cuerpo que no nos podemos ver sin un espejo.

El espejo puede ser nuestro mejor amigo o nuestro peor enemigo. Depende. Si necesitamos practicar una platica ficticia para una entrevista de trabajo, para conquistar a una novia, novio o pareja. Incluso sirve para hablarnos a nosotros mismos. Cuando estamos preparándonos para salir a una fiesta podemos bailar frente a él. En muchas ocasiones nuestro humor depende de a imagen que nos devuelva. Si lo que vemos nos gusta nuestro humor es bueno. Si lo que vemos nos desagrada podemos ponernos de malas en automático. Una arruga nueva o una cana pueden ser fatales. Al menos para el día. Nos peinamos, nos arreglamos la corbata, el vestido, todo.

El espejo puede levantar nuestro ego o ser el causante de una depresión.

Puede ser la fuente de la reflexión. Si nos descubrimos una cana, reflexionamos sobre el paso del tiempo. Si nos detectamos una ojera pensamos sobre lo mal que dormimos en la noche, o sobre lo mal que lo hemos hecho en los últimos días. Si lo que vemos son los rasgos de una parranda, frente a él se jura no volverlo a hacer. Si lo que vemos son unos kilos de más pensamos sobre la importancia del ejercicio o de cuidar lo que comemos. Claro en el mejor de los casos.

Puede ser la causa de una fuerte depresión. Pienso en esas chavas que por más que se vean al espejo siempre piensan que están gordas. Pare ellas el espejo es su peor enemigo. En los tratamientos que se les da a las personas que tienen anorexia, lo primero que se les prohíbe son los espejos. Pienso en esas personas que tuvieron un accidente y que los doctores les recomiendan que nos les pasen un espejo.

A mí me sucedió cuando tuve un accidente en el que me raspe toda la cara. Durante muchos días me sentí muy bien, hasta que decidí verme al espejo por la cara que ponían los que me visitaban. Lo que vi me puso muy triste (les garantizo que si fue por el accidente) El siguiente par de días me sentí muy mal. Cuando fui observando en el espejo mi recuperación pensé en lo importante del espejo para corroborar los avances.

El espejo, es un instrumento que llegó a la vida de los humanos para cambiar la forma en que éste se veía. ¿ Cómo seria el mundo antes de los espejos?, ¿ Cómo sería hoy la vida sin ellos?. Antes de ellos el agua ayudaba a regresar un reflejo. Pienso que los españoles los vendieron, en su momento, como algo más valioso que el oro.

Me recuerda a la historia de Narciso por la cual se denomina Narcisismo el enamorarse de su propia imagen. En los gimnasios existen cuates que hacen una serie de ejercicios y de inmediato se van a ver al espejo, para confirmar que están muy bien. Para confirmar de inmediato el esfuerzo.

Existe la teoría de que no hay mujer que pueda pasar frente a un espejo sin verse en él. El Palacio de Hierro incluso sacó un comercial al respecto. La historia de Blanca Nieves tiene una bruja que se obsesiona. Se hizo famosa la frase de “espejito, espejito dime ¿quién es la más hermosa de éste Reino?”. Nunca le gustó lo que escuchaba. ¿De ahí vendrá la obsesión de las mujeres por el espejo?. No lo sé.

Lo único que sé es un objeto que forma parte de nuestra vida diaria, que damos por hecho que esté ahí y que no reflexionamos en ellos hasta que vemos algo que no nos gusta. Y me pregunto ¿Que será más importante, la imagen que nos devuelve o la que tenemos de nosotros mismos en la mente?

Aquí le paro porque no quiero tirarme un rollo existencial y aburrirlos.

Saludos. Dejen, si quieren sus comentarios al respecto.

1 comentario:

  1. Durante la Edad Media, muchos Tratados (textos de divulgación del conocimiento de la época), empezaban con el sustantivo "speculum"(espejo en latín); por ejemplo el Speculum Majus (Espejo Mayor), es una especie de "enciclopedia" que busca recoger gran parte del saber de la época. La intención de usar el término espejo era señalar que lo ahí escrito era "reflejo" fiel de la realidad, que el autor estaba siendo totalemente objetivo.

    En mi biblioteca tengo un tratado medieval de orígen árabe llamado "speculum al joder", se cree que el autor (anónimo) le llamó así, para evitar ser perseguido por el contenido sexual del texto. Al usar el término speculum, el autor hace hincapié en que él no alaba o censura el contenido de su obra, simplemente está "reflejando" en su texto lo que se vive todos los días.

    Muy buen texto, saludos.

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