viernes, 1 de mayo de 2009

Viernes 1 de Mayo.


Hoy se cumple una semana de la noticia. Justo llega otro Puente. Éste si oficial y previsto en el calendario. El Día del Trabajo, que justo se festeja no trabajando. Oficialmente no vamos a trabajar. Eso parece que relaja un poco la tensión que aparece en el panorama. Ya cuando el descanso estaba previsto la culpa mental deja de existir. La noticia, la sugerencia o la orden es quedarse en casa en estos días. No salir. Arreglar los problemas que estaban pendientes con la familia. El Mandamás dijo que aprovecháramos estos días para hacerlo.¿Se podrá? Digo, arreglar las cosas con la familia en una especie de psicoanálisis grupal. Parece lo más fácil del mundo.

Esa es la verdadera amenaza, esperar salir vivos de la convivencia con la familia. Esa es la verdadera prueba de fuego. La obligación de convivir con la familia. En ésta situación, éste núcleo humano es lo que en realidad está a prueba y no el individuo. Saber si en realidad la familia es una fortaleza o una debilidad del individuo. A esperar los resultados.

Siempre se nos ha dicho que la familia es el núcleo de todo. Que siempre estará ahí cuando se le necesite, que los padres, los hermanos, hermanas es lo mejor que podemos tener. Que siempre nos querrán y apoyaran. Si uno necesita algo muy importante, la familia es el lugar a donde acudir. Tengo mis dudas al respecto, en realidad conozco muchas personas a las cuales su familia les ha causado el mayor daño; conozco a otras que su familia ha sido en realidad una fortaleza y un punto importante de apoyo para ser los que son.

Afortunada, o desafortunadamente, no podemos generalizar. En lo personal ,me gustan mucho las familias y más las numerosas. Soy parte de una de ellas. El octavo hijo de nueve. Con el tiempo, he comprobado que esto puede ser una ventaja y una desventaja al mismo tiempo. Difícil discernir la diferencia y saber cuándo se convierte en una y cuándo en otra.

Las personas estamos obligadas a convivir. Obligadas a hablar los unos con los otros. A usar el lenguaje hablado como medio de comunicación. A platicar con los miembros de nuestra familia. A desayunar juntos, con calma y sin prisa de ir a un lugar. Lo que sigue, después de comer, es platicar. Preguntar ¿Cómo estás? Y estamos obligados a escuchar la respuesta. La prisa desapareció, hoy no hay pretexto, hay que escuchar. Nos debemos enterar de los que piensa y siente la otra persona. Estamos obligados a ponerle atención. Lo que puede pasar es que la terminemos de conocer. La sobremesa se vuelve obligada.

Es una época para regresar a la forma más fácil y sencilla de comunicarse. Hablando. Es una costumbre que estaba quedando en desuso. La tecnología era un pretexto. El Internet, los celulares, y demás medios que sirven para comunicar a las personas, estaban terminando por alejarlas. Hoy ya se puede enviar un correo electrónico, un mensaje escrito o llamar por celular a las demás personas. Justo eso se hacia para estar más tiempo en contacto. Cuando ya las personas se ven , "en persona", parece que ya no tienen nada que decirse. Ya todo se lo dijeron en el mensaje, en la llamada o el correo. Ya todo estaba dicho. La palabra escrita estaba desplazando a la hablada. Con el tiempo, hablar se volvería una forma rara de comunicarse.

Al ser humano se le debe enseñar a hablar. No es algo que aprenda con el tiempo. Sino le enseñan, puede no hablar nunca. Es una forma de comunicarse que no es natural para el humano, no viene en sus genes.

Justo el Internet y demás tecnologías están pasando una prueba de fuego. Están sirviendo para que la gente siga trabajando y estudiando y comunicándose con amigos o personas. Están manteniendo la economía a flote. Las personas pueden trabajar desde su casa, mantenerse en contacto con sus amigos y todo el exterior, sin riesgo de contagio. Lo virtual está resultado lo más seguro y, al mismo tiempo, lo más productivo y sencillo para mantener amistades y estar en contacto con la familia lejana. El crédito que ha recibido es poco. Ha probado su efectividad y aun así no obtiene reconocimiento.

Esperemos que la prueba de fuego, de convivir, podamos pasarla. No importa si es con una calificación mínima o con una sobresaliente. Creo que lo más importante es pasarla. El tiempo dirá. Esperemos ser de los sobrevivientes.

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